A parte de que el baile es bueno como ejercicio físico, también es muy bueno para la mente ya sea de manera profesional (aunque a veces nos provoque un poco de estrés) como por afición. Pero seguramente no sabemos todos los beneficios que aporta y que se puede usar como terapia física o mental.
La Danzaterapia se usa como recurso psicoterapéutico para curar enfermedades físicas y mentales, nace en los años 50 cuando bailarinas de danza moderna comienzan a tratar por medio del baile a enfermos mentales ¡y ninguna de ellas era ni psicóloga, ni enfermera, ni psicoterapeuta!
¿Para qué sirve?
A través del movimiento, en solitario o en grupo, los niños pueden vencer su timidez, pueden aprender a comunicarse (ya que sabemos que con el cuerpo también nos comunicamos) más abiertamente y a que sean más sociables. También mejora muchísimo nuestra autoestima, aunque al principio los movimientos sean torpes, el notar la mejora técnica y que no se hacen juicios negativos en clase hará que nos valoremos más, tanto física como mentalmente.
También si se padece una discapacidad como sordera o ceguera, se puede bailar. Aunque no se pueda oír, se siente el ritmo de la música en el cuerpo (se puede poner el altavoz en el suelo para que retumbe) y también tienen ritmo que pueden expresar libremente, así como una persona ciega, si se le anima a moverse también se puede liberar la expresión para conocer más su propio cuerpo.
Y además de muchos más usos, destaco el tratamiento de trastornos de la alimentación, ya que la práctica del ejercicio físico unida a una mejora de la autoestima pueden ayudar a los que los padecen. Al bailar liberan sus sentimientos, y aceptan la imagen de su cuerpo como algo bello.
¿Qué técnicas existen?
La Técnica de Danza: eligiendo un estilo de baile marcado para cada paciente, se recrean movimientos técnicos ya establecidos para que, al ir ejecutándolos cada vez mejor, se produce la curación.
La Imitación: desarrolla la empatía y también es una ayuda para el terapeuta para explicar a los pacientes qué sentimiento pueden expresar.
La Improvisación: ayuda a liberarte de las normas autoimpuestas, muchos pacientes al decirles que pueden hacer lo que quieran se quedan parados… sin saber qué hacer con tanta libertad, de esta manera se desarrolla la creatividad y la asertividad.
La Creación: sumando la técnica y la improvisación el paciente está en equilibrio, sin entrar en el caos de la improvisación pero sin estar tan limitado creativamente mediante la copia de una técnica.
¡Ya ves que como bailarina, además de deslumbrar en un escenario puedes ayudar a mejorar la salud de otras personas!